domingo, 10 de noviembre de 2019

¡NOS DISPARARON!, EL TERRIBLE CASO DEL VUELO 773 DE PACIFIC AIR LINES.

La aeronave implicada y siniestrada (AirlinersGallery.com).


Ya hemos visto que existe gente perturbada que aborda aviones y uno como tripulante o pasajero no sabe qué demonios combaten en la mente de esa persona... hasta que es demasiado tarde.


Este caso sucedió en los Estados Unidos, cuando un sujeto asesinó a los dos pilotos, luego se mató él mismo con la misma arma, y de paso mató a los pasajeros que tuvieron la desgracia de estar en la misma aeronave, en el día equivocado, y en el momento equivocado.


Es el 7 de Mayo de 1964, nos encontramos en el aeropuerto internacional Reno-Tahoe, en Reno, Nevada., en los Estados Unidos, parqueado en las rampas de abordaje se halla un aparato típico de la época, es un bimotor turbohélice Fairchild FH-27A Frienship, pertenece a la aerolínea Pacific Air Lines (hoy desaparecida luego de una serie de fusiones con otras aerolíneas), lleva como matrícula la N2770R, lo han preparado para efectuar el vuelo 773 al aeropuerto internacional de San Francisco, en el estado de California, con una parada intermedia en el aeropuerto metropolitano de Stockton, en la ciudad del mismo nombre, dentro del mismo estado.


Como es una aeronave relativamente pequeña, lleva una tripulación de tres, estos son:


---Capitán Ernest Clark, de 52 años.

---Primer Oficial Ray Andress, de 31.

---Y como única aeromoza, Margaret Schafer, de 30.


Es muy de mañana, casi son las 6:00 AM, el aparato pasa a pistas luego de los requisitos de rigor, una vez autorizados, los pilotos empujan los aceleradores y sus motores gemelos Rolls-Royce Dart 528-7 zumban y dan la potencia necesaria para elevar la aeronave, el vuelo 773 da inicio.


Nadie lo sabe, pero entre los primeros 33 pasajeros hay uno, ese uno tiene muchos demonios que están combatiendo dentro de su alma, y que lo hacen tomar una decisión horrible, solo es cuestión de tiempo.


A su tiempo, la aeronave llega a Stockton, allí bajan dos pasajeros, pero suben 10 mas, y queda un conteo definitivo de 41 pasajeros incluído el perpetrador y tres tripulantes, luego de esa escala, la aeronave vuelve a decolar, se dirige a su destino final, San Francisco.


Pero no habrá destino final, y esos dos pasajeros que bajaron en Stockton solo después se enteraron que libraron el cruel abrazo de la Muerte por muy poco...


Son las 6:48, hora local, apenas llevan 10 minutos en el aire desde el despegue de Stockton, cuando los operadores terrestres de Oakland, en California, escuchan algo confuso en la radio, provenía del vuelo 773, y en las pantallas de radar miran algo ominoso, la señal está ahí, y de pronto ya no está, los operadores se miran unos a otros, alguien pide ayuda a otras aeronaves que van por la zona, hallan una , lleva el vuelo 593 y es de United Airlines, sus pilotos son informados de qué deben buscar:


---Control de Oakland: Atención United 593, perdimos contacto con el vuelo 773 de Pacific Air Lines, queremos que ustedes nos ayuden a saber en dónde está.

---United 593: Recibido Oakland, llamaremos al 773 de PAL y lo buscaremos.

---Los pilotos de United 593 no ven nada por unos minutos y así lo hacen saber a control de Oakland.

---United 593: Un momento, esperen... se mira un humo ascendente y es negro, se mira a las cuatro en punto desde mi posición.

---Control de Oakland luego de un silencio consternado: Copiado United 593, gracias por el servicio.



No hubo dudas, el Pacific Air Lines 773 se había estrellado.


Check-Six.com


Check-Six.com


Si bien se enviaron rescatistas al sitio, al llegar a él no quedó dudas de que no había nadie a quién rescatar, las investigaciones oficiales por parte de la Civil Aeronautics Board (CAB o Junta Aeronáutica Civil, antecesora de la actual NTSB) dan inicio y se apresuran a llegar al sitio según la última ubicación enviada por los operadores terrestres, pero también hubo testigos en tierra que llamaron al ver una aeronave volar de manera desmañada, como en montaña rusa, otros dijeron que el sonido de los motores no era usual, como si alguien jugara con los aceleradores, el lugar del impacto estaba en una zona rural dentro del condado de Contra Costa, dentro de territorio californiano.


Como quedó el pendiente de qué se dijo en la transmisión confusa, los investigadores llevaron las grabaciones de control terrestre de Oakland a analizar (en esos tiempos ese tipo de aeronaves no contaba con grabador CVR), algo se dijo, y los investigadores lo sabrían pronto.


La aeronave impactó en un cerro, y por el ángulo de caída relativo que entonces tenía antes del impacto, los investigadores supieron que con relación al suelo, la aeronave tenía un ángulo de 90º, y dentro del campo de escombros los investigadores de la CAB se hallaron con algo insólito, un deformado revólver Smith & Wesson modelo 27 tipo Magnum con seis recámaras vacías de calibre .357, una de las armas mas letales del mundo, el hecho de que las seis recámaras estuvieran vacías implicaba algo terrible: alguien metió esa arma, y ese alguien se ensañó disparando.



Revólver Smith & Wesson modelo 27 Magnum como el utilizado en el crimen (pngocean.com).


Cuando se supo del hallazgo de esa arma, entraron en acción los elementos locales de la Federal Bureau Investigation (FBI u Oficina Federal de Investigaciones), ya no se trataba de un accidente aéreo solamente, ahora era un crimen, un multihomicidio, eran 44 personas, se tenía que llegar a dar con la identidad de quien haya portado esa arma.


Y aquí entra el personaje misterioso que perpetró todo esto.


Era un filipino que vivía en los Estados Unidos, había participado como parte del equipo de veleo en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, era casado, tenía 27 años al momento de su muerte, su nombre: Francisco Paula Gonzáles.


El perpetrador Francisco Paula Gonzáles (Wikipedia en inglés).


La FBI empezó a rastrear su vida, y se hallaron con cosas interesantes, estaba pasando malos momentos a causa de problemas con su esposa, y además tenía muchas deudas, pero sobre todo, estaba pasando por una muy seria depresión que lo estaba orillando a proferir amenazas de muerte en contra de quienes tenía cerca, en este caso, su propia familia.


Solía decir, de acuerdo a declaraciones de quienes lo conocieron, que voy a matarlos a todos, a tí (su esposa), a los niños, y luego me mataré, pero, por alguna razón que se llevó a la tumba, jamás lo hizo, en lugar de eso, decide que, en lugar de matar a su esposa, la ayudaría de alguna forma.


Poco antes del fatídico vuelo, Paula Gonzáles empezó a hablar de que moriría el día 6 o 7 de Mayo a todo aquél que quiso escucharlo, y no tardó mucho en tener con qué llevar a cabo el plan, pues en la tarde del día 6 se halló con un conocido que sabía tenía un arma, le dijo que se la compraría, el sujeto acepta y le entregó el revólver dentro de su caja original junto a un kit para limpiar y lubricar el arma, además de los cartuchos calibre .357.


Acto seguido, hizo un vuelo a San Francisco, allí se halló con algunos amigos que lo fueron a ver, Paula Gonzáles les mostró el arma en su caja, y a uno de ellos en especial le dijo que se iba a disparar, poco antes de abordar de regreso a Reno compró dos seguros de vida con valor combinado de $105 míl dólares, una pequeña fortuna en esa época.


Ya en Reno, Paula Gonzáles se dedicó a recorrer los casinos, de acuerdo a lo que supo la FBI, el empleado de uno de esos casinos, al ver que jugaba y perdía dinero, le preguntó si acaso se sentía bien, recuerda este empleado que le respondió que de aquí a mañana no habrá ninguna diferencia, el empleado, al igual que otros testigos recuerdan haber visto a Paula Gonzáles llevando envuelto en una bolsa la caja donde ocultaba el revólver, nadie sabía qué era esa caja que Paula Gonzáles cargaba con mucho celo, hasta que fue a los sanitarios, luego salió de allí para desaparecer, un conserje que hacía la limpieza de esos sanitarios halló la caja con el kit de limpieza, pero sin el revólver ni las balas, esa caja fue a parar a la gerencia de ese casino, y allí se quedó hasta que la policía lo requirió para las investigaciones y de hecho fue reconocida por el primer propietario del arma.


Pasó la noche del día 6 jugando y perdiendo el dinero, como si no hubiera un mañana, así llegó al día 7, entonces se decide abordar el vuelo 773 de Pacific Air Lines, y según los pasajeros que bajaron en Stockton, Paula Gonzáles se sentó justo detrás de la cabina de mandos, allí se quedó... hasta que sus demonios internos le dijeron que era hora de actuar.


Según lo que hallaron los peritos del FBI, Paula Gonzáles entró a la cabina de mandos disparando dos veces en contra del capitán Clark, el primer disparo falló, pero el segundo fue letal, luego apuntó en contra del primer oficial Andress, a quien disparó dejándolo herido de gravedad, aún con eso, Andress alcanzó a tratar de controlar el aparato, y de acuerdo al grabador de datos que en ese tiempo era algo rudimentario, la aeronave que se hallaba a su altitud asignada de 5000 pies de pronto bajó bruscamente a razón de 2100 pies por minuto, a unas 400 millas por hora, con mucho esfuerzo, Andress logra subirlo unos 3200 pies antes de lanzar ese último mensaje, luego, otra caída, y despues hubo silencio.


Según los laboratorios a donde se analizó la grabación, lo que dijo el primer oficial Andress es escalofriante:


---Primer oficial Andress: ¡Me dispararon!... ¡nos dispararon!... ¡Dios mío, ayúdame!...


Así se da por concluída la investigación, no se supo si de alguna manera se hicieron efectivas las pólizas de seguro en favor de la esposa del perpetrador, así que Francisco Paula Gonzáles llegó a su muerte sin saber si su esposa resultó beneficiada como el quería.


A raíz de eso, las autoridades de aviación tomaron medidas para que esto no se volviese a repetir, de hecho, la Federal Aviation Administration, antes de estos eventos, ya había dado una directiva que protegía a los pilotos de eventualidades así, pero, por alguna razón, jamás se aplicaron en las aerolíneas de ese entonces.


Para la familia del capitán Clark, para sus tres hijas, el crecer sin su padre fue terrible, pero una de ellas, Julie Clark, se negó a darse por vencida, privada de su padre a los 15 años, creció y estudió para convertirse ella misma en piloto de la entonces Northwest Airlines (actualmente fusionada con Delta Airlines), y no solo eso, también se hizo piloto acróbata, y de las mejores del mundo, se sabe que se ha retirado desde Octubre de 2019 y ahora vive en amable retiro en su rancho en California.


Julie Clark en su cabina de su avión de acrobacias (Wikipedia en inglés).



Su T-34 "Free Spirit" en pleno vuelo (Wikipedia en inglés).



El capitán Clark no murió en vano, su hija también conoció lo que es estar el aire... y de qué forma.








Fuentes:

---Wikipedia en inglés.

---Aviation Safety Network.

---Check-Six.com






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