pan am 103

pan am 103

miércoles, 4 de enero de 2012

PESOS PESADOS: EL TRAGICÓMICO CASO DEL SEÑOR ARTHUR BERKOWITZ EN EL VUELO 901 DE US AIRWAYS.


En 2008 la United Airlines recibió unas 700 quejas de pasajeros que se sintieron incomodados al tener que compartir asientos con personas obesas, y es que en Estados Unidos el problema de la obesidad mórbida es muy pero muy grave, así que la administración de la aerolinea debió obligar a las personas de tallas más que extragrandes a pagar por dos asientos si querían viajar por United.


Y no sólo United lo hizo, US Airways, Continental Airlines y Southwest Airlines tambien adoptaron medidas parecidas ante el enorme número de quejas a causa de que la enorme corpulencia de los obesos literalmente invadía el espacio de otros pasajeros.


Esto viene a cuento por este episodio de un pasajero que en 2011 tuvo el peor viaje de su vida, desembolsó unos 800 dólares para un viaje entre Anchorage, Alaska., y Filadelfia, Pensilvania., y lo hizo... de pié durante 7 horas, veamos pues el tragicómico y a la vez desagradable epìsodio del vuelo 901 de US Airways.


Nos hallamos en el aeropuerto internacional Ted Stevens de Anchorage, Alaska., es el 29 de Julio de 2011, está por llevarse a cabo el vuelo 901 de US Airways entre Anchorage y la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania., no se sabe cuántos pasajeros iban a bordo ni quiénes eran los pilotos, pero no viene al caso, vamos a concentrarnos en dos pasajeros en especial.


Uno era el señor Arthur Berkowitz de 57 años, hac este viaje entre Anchorage y Filadelfia con mucha frecuencia y por US Airways, sabe que el vuelo es largo, de unas 7 horas, y sabe que hay que llegar temprano para no tener que pelear por asiento, así que llega temprano, sube y se acomoda, asunto finalizado.


Y entonces...



En lo que el tiempo pasaba y se acercaba la hora de despegar llega tarde un pasajero de quien no se sabe su identidad pero sí su peso, ni más ni menos que 180 kilos, todo un peso superpesado, y trata de ocupar el último asiento que está situado justo al lado del que tiene el señor Berkowitz, sólo que no entra y deben levantar los descansabrazos para que el obeso pueda entrar, yá ubicado se sienta... y se desparrama literalmente entre su asiento y el de Berkowitz.


Para Berkowitz aquello era absurdo, y el pasajero aquél le dijo algo así como quiero disculparme señor, créanme, soy su peor pesadilla... así literalmente.


Berkowitz se levantó a pedir apoyo a las sobrecargos y para su desconsuelo e indignación le dijeron que no podían hacer nada ya que el vuelo iba lleno, ni cómo cambiarlo de lugar, y mientras el avion se movía la preocupación de Berkowitz era cómo se iba a sujetar, no tenía asiento, y sólo podía caminar por el pasillo del aparato y sentarse por poco tiempo en los asiento plegables de los sobrecargos que, dicho sea de paso, no le permitieron usar mientras durase el vuelo, sólo los usaría a manera de descanso temporal.


Llegó pues a Filadelfia y se quejó con justa razón, pues durante el vuelo le habían pedido que regresase a su asiento que el obeso invadía y no podía sujetarse al cinturón de seguridad por estar debajo del sujeto grande, y sólo por ratos le permitieron ocupar el asiento plegable de los sobercargos y luego debía levantarse nuevamente, tuvo que sentarse en el suelo al despegar y aterrizar y agarrarse de donde pudo ante la mirada compasiva de los pasajeros vecinos.


Esto lo supo la Federal Aviation Administration (FAA o Administración Federal de Aviacion) quien tomó cartas en el asunto y según parece el oficial a cargo de la puerta de acceso en Anchorage habría faltado a su deber al permitir que el obeso subiera al avion sin comprobar que tuviese pago por dos asientos.


La US Airways se ha pronunciado al respecto en un comunicado algo extraño, declaró su vocero que entendían la situación que un pasajero de talla grande representa, pero que además no podían comprometer la seguridad de nadie a bordo y que necesitaban la colaboración de los mismos pasajeros para cumplir lo que los asistentes de vuelo les indicasen, o sea que de todas formas el regaño fué para el señor Berkowitz por haberse levantado de su asiento al sentir que su vecino lo aplastaba, ése fué el primer gazapo de la aerolinea.


El segundo gazapo fué que, tratando de aplacar las aguas, la US Airways intentó resarcir al señor Berkowitz con un cupón de 200 dólares por la situación incómoda a la que se le expuso, pero Berkowitz reclamó indignado porque pagó 800 dólares por algo que esperaba se hiciera bien y nó por la pesadilla a la que lo sometieron por 7 horas, y escribió en su blog privado acerca de su desagradable experiencia de haber compartido vuelo con un obeso mórbido y que se tenían que regular a esas personas si querían viajar.


Puede sonar un tanto discriminatoria esta medida pero en realidad los obesos mórbidos deberían pagar doble asiento, pues ya es difícil para ellos entrar en asiento promedio, y que además no quepan al tratar de sentarse, debería efectivamente haber regulaciones acerca de estas personas, las aerolineas también deberían tener asientos especiales para este tipo de gente y evitar situaciones como las del señor Berkowitz... bueno, eso pienso.









Fuentes:

---Planeta Curioso.com

---Mail On Line.

---ForoCoches.com

---CNN Travel.









Imagenes:

---Avion Boeing 757 de US Airways, tomado de www.airliners.net

---Pasajero obeso en asiento de avion, tomado de Mail On Line

2 comentarios:

  1. Hola, como estás?

    Te envié un email con dos informes de accidentes de aviación que hice para tu blog.....ojalá te guste :D

    ResponderEliminar
  2. Los asientos especiales para obesos no servirían de mucho en un avión ya que no siempre abordarán personas con esa condición física, por lo que pagar un segundo asiento es la opción más factible hasta el momento.

    ResponderEliminar